Para que ello suceda es necesario que exista apoyo al desarrollo de los clubes de ajedrez para evitar que desaparezcan. En opinión de Bernardo Roselli, presidente de la FUA, una cosa no estaría vinculada a la otra y pone el caso del actual campeón mundial Magnus Carlsen ya que en Noruega no había un nivel que propiciara un fenómeno así, en todo caso la excepción confirma la regla: las escuelas son determinantes; queda marcada así una debilidad.
Otra situación que empaña el panorama es la de los clubes que sienten el costo de estar federados, en varios departamentos ya no queda nada, esto afecta la base de la organización aunque la incidencia económica pueda ser superada por aportes extras. Los escolares y liceales que se introducen al ajedrez por distintos planes de la misma Federación y por el MEC, sumado a apoyos departamentales, quedan sin el escalón fundamental para llegar a ser jugador de competición y rankeado.
El liderazgo de Roselli tiene por característica dar la palabra para seguir reinando, no obstante inevitablemente le va a pesar lo que escuchó, por tanto estamos esperanzados en las resoluciones finales que en días hará público el Ejecutivo de la FUA.
Por Luis Moreira
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